IVAS Noticias

Centenario de la Restauración de la Provincia de Aragón

 Cien años de entrega misionera en América Latina

 

Celebrar este 26 de octubre el centena-rio de la restauración de nuestra Provincia de Aragón desde el Vicariato Regional en América del Sur, entre otros motivos, es una ocasión privilegiada para dar gracias a Dios por la obra misionera que ha caracterizado a nuestra Provincia a lo largo de estos cien años.


Los Vicariatos en la Orden son la expresión misionera de una Provincia. La nuestra, no se ha caracterizado por encerrarse en el terri-torio de la antigua corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares), sino que a los 13 años de su restauración (1925), envía a un grupo de frailes a Chile para iniciar la labor evangelizadora en América del Sur. Cinco años después se trasladan a Argentina, con-cretamente a las ciudades de Santa Fe y San Luis, para colaborar con los frailes de Provincia Argentina de “San Agustín” hasta 1983. Unos años antes, en 1971, se funda el convento “San José” de Buenos Aires, la única presencia actual del Vicariato en Argentina.
Pero el acontecimiento de gran significa-do para lo que hoy es el Vicariato, tiene lugar, cuando los hermanos son asignados a Uruguay, fundando el 6 de abril de 1937, la casa “Santísima Trinidad” en la Avda. Camino Mal-donado de Montevideo. Coincide por tanto, el centenario de la Restauración de la Provincia, con los 75 años de la fundación de la primera comunidad del actual Vicariato.

A partir de este acontecimiento, la pre-sencia y la acción evangelizadora de los frailes en América del Sur tomará un gran impulso. En 1940 se funda la casa de “Nuestra Señora del Rosario” de la calle Duvimioso Terra (actualmente Mario Cassinoni) de Montevideo. A partir de 1963 se proyectan por varios períodos de años al interior de Uruguay, en un inicio en la localidad de Playa Pascual, posteriormente en la zona de Gregorio Aznarez y en la ciudad de San Carlos y en la actualidad en la Parroquia “Nuestra Señora de los Remedios” de Maldonado.

De Uruguay los hermanos pasan a Paraguay. Los frailes de Aragón en 1966 restauran la Orden en dicho país, después de un siglo y me-dio de ausencia de los dominicos, con la refun-dación de la casa “Santa Catalina Virgen y Martir” de Asunción. Unos años después (1989), se abre una nueva comunidad, la casa “Santo Domingo Ra’ykuéra”, pensada originalmente como casa de formación y se expanden hacia el interior del país, asumiendo la parroquia “Virgen del Rosario” de Roque González. Al mis-mo tiempo, se establece una presencia estable en un barrio marginal de Asunción, en el “Bañado Tacumbú”.

En su ímpetu emprendedor, a lo largo de estos 75 años, los frailes de Aragón edifi-caron varios templos parro-quiales, como la iglesia de San Luis y la de Mario Cassinoni, construyeron el colegio “Santo Tomás de Aquino” en Camino Maldonado y la Escuela Politécnica “Cirilo Duarte” en Asunción, fundan el hogar “San Martín de Porres” en Mario Cassi-noni para acoger a los familiares de los enfermos de los hospitales cercanos a la parroquia y grupos de autoayuda para alcohólicos y dro-gadictos, instituyen el centro de estudios “Santo Tomás de Aquino” en Buenos Aires para la formación de las vocaciones religiosas y sacerdotales, crean Comunidades Eclesiales de Base en los barrios de Camino Maldonado que son un referente pastoral en todo Uruguay, desarrollan un gran número de proyectos sociales y culturales en el Bañado Tacumbú y entre los campesinos de Roque González para la pro-moción de la dignidad de los más pobres, se hacen presentes en las Universidades de Uruguay, Paraguay y Buenos Aires desde un aporte doctrinal renovado y competente, acompa-ñan las comunidades cristianas de seis parro-quias y colaboran en otras tantas los fines de semana, asesoran movimientos familiares o laicales…

Pero la Provincia, a lo largo de sus cien años de restauración, no se limitó a una presen-cia en América del Sur. La obra misionera se extenderá también en lo que fue la tierra de Fray Bartolomé de las Casas, y se hace presen-te en Centro América de 1954 a 1984. Durante estos años, estuvo presente en Guatemala capital y en la Zona de la Alta Verapaz: Santa Cruz, San Cristóbal, Cahabón, Senahú, La Tinta, Telemán, Chahal, Boloncó, Lanquín…

Una labor netamente misionera entre Mayas Kekchíes y Pocomchíes. En un territorio selvático, en condiciones de vida muy difíciles, con gran generosidad y sacrificio se entregaron a la evangelización de los “más pobres entre los pobres”. Fueron los primeros en formar catequistas en la Verapaz, edificaron iglesias y conventos, recorrie-ron todas las aldeas a lo largo de los ríos Cahabón, Polochic y Chahal… para celebrar la eucaristía en las comunidades dispersas, bautizar y predicar el Evangelio incansablemente; y en los momentos de martirio y persecución, estuvieron acompañando al pueblo indígena con su pre-sencia y testimonio de vida.


Al mismo tiempo, de 1959 a 1989, otro grupo de frailes de Aragón irán a trabajar pastoralmente a Panamá, en la capital y en el oriente chiricano, primero en San Lorenzo de los Reyes y después en David. A lo largo de 30 años crearon y atendieron pastoralmente varias parroquias, movimientos e infinidad de comunidades cristia-nas, emiten un programa de radio (“Llaman a la puerta”), editan una revista (“Emmanuel”), fue-ron pioneros en América Latina en la creación de Comunidades Cristianas de Base en San Mi-guelito y después en Las Cumbres y Alcalde Díaz, fundan una Biblioteca pública de gran di-vulgación entre los universitarios, se encargan de un Centro de Producción Audiovisual de la Conferencia Episcopal de Panamá y de la Universidad Santa María la Antigua que termina en un Canal de Televisión (Canal 5) de más de 17 horas diarias de programación educativa, misio-nan en la zona selvática del Darien…

Hoy varios de nuestros hermanos de la Provincia de Aragón continúan su labor en Centro América y Panamá, a través de la Provincia “San Vicente Ferrer”, o mediante una colaboración personal con la iglesia local, siempre con el mismo espíritu de entrega que les ha caracterizado. Otros, siguen su misión en alguna de las comunidades de la Provincia en España, al igual que varios de los hermanos que estuvieron en nuestro Vicariato, aportando su experiencia de América Latina en sus nuevas asignaciones y servicios.

En la actualidad la concepción de la “misión” en la Iglesia y en la Orden ha cam-biado sustancialmente. Se maneja un nuevo paradigma para la comprensión de la la-bor evangelizadora. No se concibe la presencia y la misión de los dominicos fuera de los países de Europa, de la misma manera que en 1912, cuando se restauró la Provincia. Lo cual, incide en la definición del objetivo específico del Vica-riato en América del Sur y en la modalidad pastoral de llevar adelante su misión. Se está configurando un estilo de vida y de predicación dominicana nuevos, más inculturados y respon-diendo a otros desafíos de la Orden, la Iglesia y los países donde estamos insertos.

A 75 años de presencia en Uruguay, sólo nueve de los frailes del Vicariato de la Provincia de Aragón en América del Sur, hemos nacido en España. Diez de los hermanos son paraguayos, tres son argentinos y dos irlandeses… La procedencia de los frailes ha cambiado. Desde el primer Capítulo Regional en 1988, se ha concretado como uno de sus objetivos prioritarios la instauración de la Orden en Paraguay y Uruguay. Caminamos hacia un futuro nuevo.
El Consejo del Vicariato del pasado 20 de octubre, insta a todos los frailes y comunidades a celebrar a través de alguna eucaristía, confe-rencia u otro evento, el Centenario de la Restauración de la Provincia y los más de 75 años de presencia en América del Sur. Lo dejamos a la iniciativa de cada casa.

A nivel oficial, lo celebraremos conjunta-mente el 25 de enero del 2013 en Camino Maldonado, coincidiendo con el Encuentro Vicarial. Hay un equipo de her-manos encarga-dos de su realización. Y a la misma están invi-tadas todas las personas con las que trabajamos pastoralmente, y en especial, a las hermanas y hermanos de la Familia Dominicana de Uruguay y Paraguay.

En este nú-mero del Boletín IVAS encontrarán como siem-pre informaciones actuales de nuestra vida y misión. Pero especialmente, queremos expresar nuestro afecto y satisfacción por ser hijos de la Provincia de Aragón y dar gracias a Dios por su labor misionera. Nos gustaría que en las sucesi-vas ediciones pudiéramos recoger testimonios personales, la historia viva de los hermanos, las luces y sombras que han caracterizado la vida y misión del Vicariato en estos años, para seguir compartiendo con todos ustedes el caminar de los frailes de Aragón en América del Sur.
Fraternalmente,

Fray Rafael Colomé Angelats, OP
Prior regional

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