El 23 de febrero hemos iniciado una vez más un itinerario de discernimiento humano-espiritual para intentar responder a una pregunta existencial que quizás muchos tendrían que responderse ¿Cual es el mejor camino que Dios tiene pensado para mi propia felicidad? Mas de treinta jóvenes han decidido iniciar este proceso que se desarrollará durante el año. En esta aventura nos hemos abocado la familia dominicana de Paraguay desde el año 2015. Nos espera durante el año: encuentros, entrevistas, retiros, oración y mucho más. Con alegría podríamos decir que «vale la pena» acompañar el camino de estos jóvenes. Desde la experiencia de años anteriores muchos de ellos al culminar el proceso han podido tener más claridad para decidir libremente lo que desean para sus vidas: algunos para el matrimonio, otros dan el paso para ingresar a una congregación religiosa y otros reafirman su vocación de seguir sirviendo como laicos dentro de la Iglesia. Invitamos a participar de esta experiencia única.
