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Visión, perspectivas y desafíos para el Vicariato según nuestro Vicario Provincial, Fr. Rafael Colomé

¿Cómo ves la comunidad Vicarial?

 La veo en un momento nuevo para todos nosotros. Gracias al proceso de reestructuración que hemos venido haciendo en los últimos años en cada una de nuestras comunidades, estamos mejor posesionados para enfrentar los desafíos que se nos presentan tanto en la misión que desempeñamos en cada país, como en la vida interna de cada comunidad.

Sin duda, otro elemento que ha supuesto una gracia para el Vicariato, han sido las nuevas vocaciones que el Señor ha concedido a la Orden. En los últimos años, se han ordenado sacerdotes dos hermanos, uno de ellos, previamente había hecho su profesión solemne. En septiembre del año pasado, tres hermanos realizaron la primera profesión y en estos momentos hay un novicio en el noviciado de Sevilla. Además, tenemos un prenovicio y otro, Dios mediante, ingresará en marzo. Por eso, como Vicariato es fundamental seguir trabajando en el proyecto de las “Redes Vocacionales”, tanto en Paraguay como en Uruguay. Sin olvidar que las vocaciones son un don de Dios y que requieren orar y dar un testimonio cada uno de nosotros con nuestra misión y estilo de vida evangélica.

¿Cómo se vive en el Vicariato?

Podríamos decir que formamos una “comunidad grande”, más allá de que estamos en Paraguay, Uruguay y en la ciudad de Buenos Aires. Privilegiamos todo aquello que nos ayuda a crecer fraternalmente y a compartir la vida y la fe, el proyecto común que Santo Domingo nos dejó como carisma y que nosotros intentamos llevar a cabo en cada una de nuestras casas. Nuestras comunidades son sencillas. Vivimos de nuestro trabajo. La misión es la pasión que anima a cada hermano y enriquece la oración y el compartir diario, ya que trae los problemas de la gente al interior de la comunidad para presentarlos al Señor y buscar, entre todos, a través de la planificación apostólica, la mejor manera de ayudar a los demás y de anunciarles el Evangelio.

¿Cuáles son los desafíos para estos cuatro años de animación?

El Capítulo que recién concluimos, trazó un plan muy concreto al respecto, definido en lo que nosotros llamamos el Proyecto Vicarial de Vida y Misión. Seguimos apostando por una evangelización que combine la opción por los más pobres con el servicio doctrinal a través de la docencia en el ámbito universitario. Para ello, hemos trazado una política vicarial de estudios para la obtención de títulos de licenciatura y doctorado que nos capacite para esta misión. Otro desafío importante es la consolidación del convento de Asunción, como estudiantado de las vocaciones que ingresan en el Vicariato. En estos momentos, contamos a nivel vicarial con un nuevo plan de formación compartido con el conjunto de la Provincia de Hispania de la que formamos parte. Es algo sumamente importante para nosotros, ya que nos da pautas muy acertadas para orientarnos en este cometido.

¿Cómo se vive en el Vicariato la relación intergeneracional?

Podríamos decir que conviven en el Vicariato tres generaciones de hermanos. Los mayores, procedemos todos de España o de Irlanda. Después hay una generación intermedia, que son los hermanos que están dentro de los 10 primeros años de votos solemnes, formados todos en el Vicariato, procedentes de Paraguay y Argentina. Y, por último, está la generación más joven que ha ingresado recientemente a la Orden y que está en la formación inicial y son frailes de los tres países donde el Vicariato está presente: Paraguay, Uruguay y Argentina. Sin duda, es un desafío compaginar culturas, nacionalidades, edades y formas de entender la vida consagrada y la misión dominicana muy diferentes. Pero, lo vemos también como una riqueza, por cuanto la diversidad aporta una visión más amplia y real. Suma. Nos lleva a integrar la tradición que nos aportan las generaciones mayores, con la novedad que traen las generaciones que se suman a la misión y configuración de nuestra vida comunitaria. Sin el diálogo y la integración intergeneracional, no podríamos enfrentar adecuadamente los retos que la sociedad actual, tan pluricultural y diversa, plantea a nuestra evangelización.

Fr. Rafael Colomé Angelats OP, Vicario Provincial

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