Buenos Aires, julio 2012
Les comparto brevemente lo que fue el encuentro con fr. Emilio Barceló en el convento de San José en Bs. As. Ya en el último Capítulo Vicarial habíamos visto la necesidad de tener un encuentro entre los frailes que recientemente habíamos recibido los sacramentos del orden sacerdotal y diaconal en el ámbito de las primeras asignaciones
Aprovechando la venida de nuestro hermano Emilio de España nos hemos encontrado fr. Leo, fr. Rubén, fr. Edgar Amado y yo, los días 23 al 26 de julio para reflexionar juntos sobre la mejor manera de vivir “el carisma dominicano dentro de los ministerios ordenados”.
En un clima muy fraterno fr. Emilio compartió con nosotros el material que había preparado. Ya de antemano nos indicó que los temas eran “propuestas” que él consideraba importante. Hemos leído y flexionado sobre el tema de las parroquias y el modo de vivir nuestro carisma, tomando como base el acta del último Capítulo Vicarial, el LCO y el material preparado por él.
Además de reafirmar la importancia de cuidar los espacios para vivir plenamente los elementos de nuestro carisma dominicano en la comunidad, nos dio algunas sugerencias de cómo podríamos vivir o llevar la “conventualidad en la vida parroquial”. En torno a la cuestión de las parroquias ha destacado la importancia del “modo” de orientarlas como plataforma de evangelización antes que optar por aquello de “Parroquia sí” “Parroquia no”.
Nos recordaba fr. Emilio que el servicio del ministerio parroquial se encarga a “toda la comunidad” en donde cada aporta según su carisma. Y que los proyectos parroquiales deberían hacerse desde un discernimiento entre la comunidad parroquial y los frailes de la comunidad. Todos veíamos que la necesidad de ir haciendo camino, hay mucho que recorrer…
Luego de los días de reflexión, la evaluación fue bastante positiva. Ya hemos propuesto algunos temas para el año próximo. Agradecemos al Vicariato y a fr. Emilio por brindarnos este espacio para pensar juntos.
Por mi parte, el fin de semana luego del curso, fui a compartir con la comunidad de la Parroquia Madre de Dios de la Diócesis Merlo-Moreno. No había tenido la oportunidad de celebrar una Eucaristía con ellos desde que me ordené, y me sentía en deuda. El domingo por la mañana, luego de una reunión del consejo hemos celebrado una misa emotiva con los que estaban. Allí pude saludar a mucha gente conocida, pero el tiempo fue corto para visitar a otras a quienes recuerdo con cariño.
Había compartido con ellos cinco años de pastoral cuando estaba en Argentina, valió la pena.
Un abrazo a todos.
Fr. Cristino OP